
Nutrirse hacia adentro
Hoy abrimos las puertas del blog de Alma e Terra y recibimos con mucho cariño a Melanie que nos va a hablar de lo importante que es cuidarnos en esta temporada a todos los niveles.
Ella es, entre muchas cosas, Licenciada en nutrición, especialista en psicología de la obesidad, sobrepeso, y trastornos de la alimentación; coaching educativo y mindfulness.
Cómo nos sentimos afecta a cómo comemos y la manera se alimentarnos afecta a nuestro cuerpo y a nuestras emociones pero también al medio ambiente.
¿Interesante, no? Sigue leyendo el artículo de Mel.
Nutrirse hacia adentro
De un día para otro, la vida tal como la conocíamos cambió de una u otra manera para cada una de las personas.
Si ya veníamos sintiendo que cambiar nuestros hábitos de vida, comportamiento y consumo era necesario; esta situación de pandemia, cuarentena y aislamiento no hace más que venir a demostrarnos que sí.
Que efectivamente, necesitamos un cambio.
Que si en el momento en que nos mandaron a casa nos volvimos locos por comprar tabaco, que si las frutas y las verduras estaban intactas mientras volaban las galletas, las cervezas y las salchichas, que si en los supermercados había filas y en los pequeños comercios no había nadie, que si seguimos pidiendo bolsas de plástico para la compra, que si la calidad del aire mejoró notablemente apenas nos metimos en casa….
PUES SÍ.
Necesitamos un cambio en nuestras prioridades.
La concentración de contaminación por dióxido de nitrógeno se redujo sustancialmente desde enero a esta parte del año a nivel mundial. Esta sustancia nociva para el aire se produce por los vehículos de gas, centrales eléctricas y otras máquinas que queman combustibles fósiles.
¿Casual? NO.
¡Los canales de Venecia se han limpiado! Esto, sin dudas, nos está demostrando algo.
Nuestro paso por la Tierra puede ser respetuoso para nosotros mismos, el prójimo cercano y el medio ambiente, o no. Y ello depende de las decisiones que tomamos. Y mientras esta situación crítica a nivel mundial no te encuentre enfermo, ni a uno de tus familiares o con noticias aún más graves; que estés en casa puede ser sinónimo de reflexión.

Tiempo de mirar hacia adentro con templanza para cuestionar la forma en que vivimos para que esto no pase desapercibido por nuestras vidas y que nos transforme positivamente para poder aplicar cambios que mejoren notablemente nuestra calidad de vida en todos los sentidos.
Si los bienes que decidimos tener cerca mientras estamos aislados es comida ultra-procesada, llena de plástico, comprada en multinacionales, tabaco y alcohol… ESO DICE TANTO DE NOSOTRAS/OS que no deberíamos mirar para otro lado porque ahí se encuentran las respuestas a los problemas de salud con los que vivimos y hemos normalizado hoy en día.
Luego de la locura del papel higiénico, cuyo consumo se ha estabilizado, está siendo muy llamativo el espectacular salto que han experimentado las aceitunas (+93,82%), las patatas fritas (+87,13%), el chocolate (+79,04%), el helado (+76,19%) o las anchoas (+60%) desde la primera a la segunda semana de confinamiento. Es más, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo de harina se ha disparado hasta un 196% con respecto a la semana anterior.
Esto lo que quiere decir que estamos montándonos el bar en casa. Por la tarde en versión pastelería, por la noche picada y alcohol y el domingo el vermouth.
Este tipo de alimentos sin dudas eleva las endorfinas, hormonas del bienestar y del placer. Eso explica por qué la mayoría de la población está buscándolo desesperadamente ahora. A su vez, es comprensible pensar en que estemos extendiendo las costumbres sociales a las 4 paredes de casa para contrarrestar ese distanciamiento social, pero la causa de estas tendencias es, sin dudas, que hay escasez de recursos a nivel personal para gestionar las emociones de una manera funcional y lo hacemos refugiándonos en los excesos como la comida, la bebida y el tabaco para utilizarlos como anestesia.
Porque es cierto que nos brindan bienestar y placer: ¿Pero a costa de qué? Porque si de buscar recursos en lo alimentario para reducir la ansiedad se trata: HAY UN MONTÓN DE ESTRATEGIAS.
PERO ESTRATEGIAS QUE SANAN DE VERDAD, sin consecuencias colaterales en nuestra salud.
SANAN DESDE ADENTRO.
Sin ir más lejos, la serotonina es la hormona de la felicidad y se sintetiza en un 90% en el intestino.
Has leído bien: un ¡90%! Los microorganismos benéficos del intestino que forman parte de la microbiota sintetizan serotonina. ¿Qué pasa cuándo consumimos azúcar, alcohol, ultraprocesados, harinas refinadas, fumamos, entre otros hábitos perjudiciales? Pues, que disminuimos la cantidad de microorganismos beneficiosos del intestino y entonces disminuimos nuestra producción de serotonina.
Otro ejemplo lo brinda la dopamina, hormona del aprendizaje y la recompensa. El 50% de la misma se sintetiza de la misma forma que la serotonina gracias a nuestro segundo cerebro (el sistema nervioso entérico que se refiere a las neuronas que existen entre las capas musculares del intestino). Y la dopamina es la hormona de la motivación.
¿Cabe pensar entonces que un intestino inflamado a causa de estímulos alimentarios perjudiciales puede afectar en nuestro estado de ánimo?
SIN DUDA QUE SÍ.
¿Se comprende entonces que lo que aparentemente nos cura es motivo de la perpetuación de nuestro malestar?
Espero que sí.

Porque, sin embargo, consumir legumbres, banana o frutos secos brinda triptófano y este produce serotonina. NO ES lo que estamos eligiendo consumir, ni de lejos. Estar activos nos brinda endorfina que se vincula a una sensación de bienestar generalizada, meditar o hacer respiración consciente estimula el nervio vago que logra brindarnos calma.
Y PODRÍA SEGUIR refiriéndome a cómo alimentos y comportamientos funcionales repercuten positivamente en nuestro estado de ánimo sin generar consecuencias negativas a largo plazo.
Pero no los frecuentamos.
Hay muchas opciones alternativas que no son anestesiarse para ESTAR BIEN. Seguimos eligiendo lo perjudicial porque hemos aprendido a hacerlo de aquella manera y aunque ESTÁ NORMALIZADO eso no significa que sea bueno.
Me parece importante reflexionar sobre esto porque nos estamos quedando con las soluciones sencillas y superficiales, cuando si nos abordáramos de manera integral podríamos cambiar por completo la manera de vivir.
PODEMOS MEJORAR NUESTRA CALIDAD DE VIDA gestionando nuestras emociones de forma funcional. LLORANDO en vez de comer, HABLANDO en vez de beber, O GRITANDO en vez de fumar.

Lo que sea que cada emoción precise para ser solucionada. El hambre se soluciona con comida. Pero comer no soluciona ninguna otra emoción que no sea el hambre fisiológico. Mientras sigamos sosteniendo este tipo de conductas nos mantendremos en un círculo vicioso de:
Generación de malestar debido a malos hábitos (depresión, ansiedad, picoteo, pérdida de control, inflamación, digestiones incómodas, étc.), a la adquisición de bienes alimentarios y excesos para mejorar el ánimo en el corto plazo y recibir placer inmediato al incremento del malestar inicial por decidir equivocadamente.
Y vuelta al principio de forma continua.
Es tan sencillo como perjudicial refugiarte en un bote de galletas, en latas de cervezas o paquetes de tabaco. Y es claro que no todos desarrollamos el sentido de auto-cuidado al mismo tiempo.
Ni todos nos damos cuenta que en verdad es realmente importante. Y cuesta.
Pero no estamos acostumbradas/os a lidiar con nuestras emociones incómodas de formas funcionales.
En España, las/os psicólogas/os para gran parte de la población siguen siendo profesionales relacionados a las personas con trastornos diagnosticados (aún al día de hoy es de ´locos´) y se rechaza la importancia de la salud mental como base de una salud integral armoniosa.
Y esto para empezar.
Creo que al día de hoy ya empezamos a entender que quizás las herramientas que brindan las/os profesionales de la psicología pueden ser recursos imprescindibles en nuestro día a día más allá de nuestra situación.
Podría escribir párrafos y párrafos sobre cómo estamos repitiendo conductas que atentan contra nuestra integridad. Pero me quedo con esto. Creo que esto es lo más importante. Espero que resuene en tu cabeza.
Si te interesa, si te sientes identificada/o o si vibra en sintonía con lo que vienes pensando; pero te parece que no puedes cortar con ello: puedes contar conmigo. Hay mucho que descubrir pero sobre todo de una/o misma/o.

Hoy en día, las/os que están logrando pasar esta situación de cuarentena con templanza, calma y equilibrio emocional y mental: son aquellas/os que han dedicado tiempo en su vida a desarrollar los recursos necesarios para hacerse responsables de su propio bienestar.
Esto que sucede, es ajeno a nosotras/os. NO PODEMOS elegir si queremos estar fuera o dentro de casa. Debemos estar DENTRO.
Pero SÍ podemos elegir cómo vamos a vivir estos días que queden en aislamiento.
Puedes elegir si pasar tus días quejándote, comiendo, bebiendo, fumando y perpetuando mecanismos disfuncionales y tóxicos contigo, el/ la de al lado y el medio ambiente, o puedes mirar más allá.
Y hacer que valga la pena.
Mel.
Melanie Sol Biloni
Instagram.com/nutricionistamelanie
Twitter.com/nutrimelanie
Facebook.com/nutrimelanie