
Nueces de lavado ¿qué son y cómo se usan?
No sé tú, pero yo crecí rodeada de anuncios de detergentes en polvo para la lavadora que aún a día de hoy podría contarte unos cuantos con sus melodías incuidas. Por eso que cuando descubrí las nueces de lavado las miraba con recelo porque no se parecían en nada a lo que estaba acostumbrada a usar para lavar la ropa en la lavadora.
¿Qué son y para qué se utilizan las nueces de lavado? Si quieres descubrir cómo usarlas te lo explico a continuación.
¿Qué son las nueces de lavado?
Las nueces de lavado o soapnuts en inglés, son los frutos de un árbol. Como lo oyes. Hay varias especies que pueden ir desde un arbusto a un árbol en pequeño que se encuentra en países asiáticos pero también en América.
Las nueces que te ofrecemos en la tienda nacen de un árbol llamado Sapindus Mukorossi que crece en India y Nepal. Aunque aquí hemos tardado en conocerlas, en estos lugares son ampliamente conocidas y usadas tradicionalmente para el lavado de la ropa y del cuerpo.
Son de apariencia similar a las nueces y avellanas y su peculiaridad reside en que contienen una gran cantidad de una sustancia llamada saponina, que tiene unas propiedades increíbles como limpiador natural. La saponina actúa como jabón cuando se activa con agua caliente a partir de 30º.
Aunque su principal uso es el lavado de la ropa, como veremos más adelante, también podemos usarlas con otros fines.

Las nueces de lavado son un producto 100% natural y por tanto no contienen blanqueantes para la ropa u otros productos químicos. Gracias a esto son recomendadas para personas con piel sensible o atópica.
Además de ser respetuosas con la piel también lo son con el planeta.
¿Cómo se usan?
Para el lavado de la ropa en la lavadora, basta con meter 3 o 4 nueces en una bolsita de algodón (ya va incluida). Puedes experimentar con el número de nueces para mejorar los resultados. Mejor que vayan en trocitos así que dale un par de golpes (tranquila, son blanditas, no vas a necesitar un martillo J) o puedes pedir ayuda si tienes miniayudantes, como es mi caso, que están encantados de pisotearlas.
Hazle un doble nudo a la bolsita para que no se salga ningún trocito y pueda dañar tu lavadora.
No llenes excesivamente la lavadora con ropa que la bolsita pueda circular entre las prendas.
Recuerda que se activan con una temperatura a partir de 30º. Puedes probar a ponerlas a remojo en agua caliente antes de meterlas en la lavadora para adelantar el proceso de liberación de la saponina.
Las nueces pueden usarse unos 3 lavados (a veces las he estirado un poco más). Deben secarse correctamente entre lavados por eso aprovecho para colgar la bolsita cuando tiendo la colada.
Las nueces de lavado respetan los colores de la ropa. También puede usarse en prendas blancas o claras pero como se mencionó antes, las nueces no tienen blanqueantes químicos por lo que en prendas blancas se aconseja completar el lavado con percarbonato.
Si la ropa está muy sucia o tiene manchas difíciles, lo mejor es hacerle un pequeño tratamiento previo y añadirle una cucharada de percarbonato de sodio en el cajetín del jabón (también puedes echarle una o dos cucharadadas disueltas en agua caliente)
También puedes usarlas con prendas de lana y seda ya que no son agresivas con los tejidos; y gracias a que son hipoalergénicas y naturales también van muy bien para la ropita de los bebés (eso sí, si vienen con manchas duras mejor darle un tratamiento previo como he mencionado antes)

Además, como ablandan la ropa naturalmente no se necesita usar suavizante (yo cuando me acuerdo le echo un chorrito de vinagre).
En cuanto al olor, no te esperes a que la ropa de la lavadora salga con olor a campos de lavanda de la Provenza porque no lleva ningún tipo de producto añadido. Tienen un olor natural, suave y un poco peculiar. Si estás acostumbrada a lavar sin productos químicos ya sabrás que la ropa limpia no tiene olor. Pero si quieres darle un toque puedes añadirle unas gotas de aceite esencial durante el proceso de lavado (en el cajetín del suavizante, por ejemplo, o echando unas gotitas en la bolsa de las nueces).
Cuando necesites desecharlas puedes hacerlo en el compostador o con el resto de residuos orgánicos. Dicen que si las dejas en el jardín pueden ser repelentes de babosas, caracoles y otros insectos. Nosotros todavía no lo hemos probado, pero si lo pruebas y funciona, ¡avísanos! J
Jabón líquido de nueces de lavado
Otra manera de utilizar las nueces de lavado es haciendo un concentrado de saponina que nos sirva como detergente líquido para la limpieza. Es tan fácil como poner unos 100g de nueces en 2 litros de agua y cuando empiece a hervir bajar un poco el fuego y dejarlas así más o menos media hora. Es recomendable hacerlo en una olla grande porque hace mucha espuma. Tendremos que estar pendientes hasta bajarle el fuego para que no se salga la espuma.
Déjalo enfriar un par de horas y cuela el líquido y lo guardamos en una botella. Se puede utilizar solo o mezclarlo con vinagre, aceites esenciales, ácido cítrico, bicarbonato, etc.
Este jabón concentrado es un multiusos que podrás usar como friega suelos, para limpiar superficies, baños, cristales, para lavar la vajilla o la ropa, tanto a mano como a máquina (en este caso podrás lavarla en frío).
Puedes hacerlo más espeso añadiendo goma guar (una cucharadita por litro y mezclar bien, si es con batidora, mejor).
Consérvalo en la nevera o en un sitio oscuro y fresco.
RECETA EXPRESS para esos momentos en los que necesitas jabón y no tienes nada preparado: pon unas cuantas nueces troceadas en la bolsita a remojo en agua muy caliente unos 15 minutos. Después mueve la bolsita y frótala para obtener espuma y voilá. Si quieres un extra de efectividad añade un poco de bicarbonato y de vinagre.
¿Qué te ha parecido? ¿tienes alguna duda? Coméntanos en los comentarios.