
Como quizás ya hayas comprobado, el baño es posiblemente el lugar de la casa donde más se acumulan productos de plástico y con ingredientes tóxicos.
Una rutina adecuada para el cuidado de la boca es imprescindible para mantener la salud tanto bucodental como la de todo tu organismo. Esto se debe a que la boca es una de las partes más absorbentes del cuerpo y es una de las principales vías de acceso directo a nuestro organismo.
Es por ello que debemos escoger nuestras herramientas para el cuidado bucal libres de sustancias tóxicas y al mismo tiempo, respetuosas con el planeta.
Te presentamos un kit muy básico de higiene bucal con alternativas Zero Waste a los productos convencionales de cuidado bucal para que te sumes al cambio.
CEPILLO DE DIENTES
Es uno de los primeros cambios que solemos hacer. Los expertos recomiendan el cambio del cepillo cada 3 o 4 meses por lo que si no te encaja, puedes probar otro pasado ese tiempo.
¿Qué pasa con los cepillos de dientes convencionales?
¿Sabías que los cepillos de dientes de plástico no van al contenedor amarillo y que son muy difíciles de reciclar?

Muchos acabarán incinerados (emitiendo gases tóxicos), en vertederos (donde no se biodegradan) o tirados directamente en la tierra o en el mar…
Ahora imagínate los 300 cepillos de dientes de plástico que, de media, puede gastar una persona a lo largo de su vida. Es probable que muchos todavía sigan existiendo.
¿Por qué elegir un cepillo de dientes de bambú?
- El bambú es una planta de crecimiento muy rápido y con poco requerimiento de recursos hídricos ni de plaguicidas por lo que lo convierten en un material fácilmente renovable.
- El bambú tiene propiedades fungicidas y antibacterianas que ayudan al cuidado natural de la boca.
- Además, el tipo de bambú usado para los cepillos de dientes de Alma e Terra no es el que comen los osos panda.
- El bambú es biodegradable.

Las cerdas de los cepillos de dientes de Alma e Terra son de nylon obtenido de aceite de ricino, materia prima renovable. Están libres de BPA y de derivados tóxicos del petróleo. Son de dureza media y flexibles o extra suave para encías sensibles.
Además, la pintura del mango es a base de agua, sin disolventes y biodegradable. También tienes la opción de un cepillo sin pintura.
¿Cómo cuidar tu cepillo de dientes de bambú?
Es sencillo: simplemente intenta que quede lo más seco posible después de cada uso. Guárdalo en un vaso o tarro de cristal verificando constantemente que no se almacene agua para evitar la proliferación de bacterias.
¿Qué hacer cuando tu cepillo de dientes de bambú ya no sirve?
Llegado el momento de cambiar de cepillo de dientes, todavía puedes aprovecharlo para limpiar juntas de baldosas, frotar manchas en la ropa, limpiar el teclado del ordenador, manualidades…
Si bien las cerdas de este cepillo son biodegradables necesitan altas temperaturas continuadas para que se produzca el proceso y estas condiciones no se producen en nuestro hogar.
Por ello debemos gestionarlas eliminándolas con unos alicates o rompiendo el cabezal para desecharlo junto el resto de residuos municipales. El mango puedes compostarlo, enterrarlo, usarlo en macetas, para manualidades, etc.
DENTÍFRICO O PASTA DE DIENTES
Tal y como decíamos al principio de este post, la boca es una parte muy absorbente de nuestro cuerpo (de ahí que algunos medicamentos son sublinguales, se colocan debajo de la lengua). Es por eso que debemos prestar atención, en este caso, al dentífrico que usamos para que no contenga ingredientes tóxicos como triclosán, LSL (Lauril Sulfato de Sodio), endulzantes o saborizantes artificiales o incluso microperlas plásticas.
Apuesta por dentífricos hechos con ingredientes naturales y en envases respetuosos con el medio ambiente.
Dentífrico en formato sólido
Viene en un tubo de cartón. Se frota directamente el cepillo en la barra. Ideal para llevar fuera de casa o de viaje.

Dentífrico en formato mousse
Su textura es cremosa, como una mousse. Se aplica con una espátula de madera y se usa frotando los dientes como de costumbre.

Puedes escoger entre un sabor neutro a coco, sabor dulce de mandarina o refrescante de menta o de hierbabuena. También puedes optar por el de carbón activo, una alternativa natural y sin plástico a las pastas de dientes blanqueantes.
El de mandarina está especialmente recomendado para niñas y niños porque no pica y por su sabor dulce.

Dentífrico en formato tabletas o pastillas
Se introduce una pastilla en la boca y se mastica. Una vez disuelta y mezclada con la saliva se genera espuma con la que se cepilla los dientes como de costumbre (frotar, escupir y enjuagar).

Es ligeramente efervescente y la primera vez que la probé me pareció salada pero no he vuelto a tener esa sensación. De hecho nos encanta por su comodidad (no se ensucia nada) y porque deja una sensación muy agradable a limpieza y frescor en la boca ¡La verdad es que es toda una experiencia!
Muy práctica para llevar de viaje.
Y tú, ¿te animas a probar? Cuéntame tu experiencia.