como aprovechar los posos del cafe

¿Sabes cómo aprovechar los posos del café?

¿Sabías que el café fue un producto prohibido durante años en muchos países? Se le consideraba una droga que podía alterar el comportamiento de las personas e incluso dentro de las élites religiosas lo etiquetaron como producto del diablo.

Poco a poco su consumo se fue normalizando y extendiendo hasta el día de hoy y ahora es fácil que alguno (o más) nos tomemos a lo largo del día: una taza de café en el desayuno, el café de “media mañana”, el café después de comer, quedar para tomar un café…

¿Y qué haces con los posos? Si la respuesta es tirarlos a la basura, aquí van unas cuantas ideas para que tengas un gesto y puedas reciclarlos y aprovechar sus beneficios.

Por dónde empezar

Si no consumes café o tomas muy poco puedes pedir que algún amigo/a te guarde sus posos o incluso pedírselos a una cafetería.

Después de hacer café o de que te den los posos, es importante ponerlos a secar en una bandeja o en un recipiente en el que preferiblemente le de el sol para evitar que salga moho y se estropee.

Una vez seco y en función del uso que le vayas a dar puedes guardarlos en un recipiente cerrado.

Y dicho esto, ya vamos al lío:

DIY tratamientos de belleza

  • Exfoliante corporal y facial: mezcla 1 cucharada de posos con un poco de aceite (de oliva, de almendras, girasol, etc) hasta hacer una pasta fluida. Aplícalo con movimientos suaves y circulares en la ducha o bañera directamente, y aclara con agua fría (los tratamientos de exfoliación mejor hacerlos después del verano).
  • Para la celulitis: se cree que la cafeína tiene efectos reductores en zonas con celulitis; de no ser así, el hecho de darte un masaje exfoliante con posos de café y aceite y aclarar con agua fría sí favorece el sistema de drenaje y la circulación sanguínea, y que la piel quede hidratada y más firme (y paradójicamente, se recomienda no tomar café si eres propensa a tener celulitis)

Para el hogar

  • Desodorante. Los posos de café neutralizan los olores, por eso puedes poner un pequeño recipiente con posos en la nevera y cambiarlo pasados unos días.
  • También es muy útil frotar los dedos con posos de café después de manipular ajos para eliminar su olor.
  • Como desengrasante de bandejas de horno, ollas u otro menaje (este es mi preferido). Cuando friegues, ten a mano un pequeño recipiente con los posos que vayas guardando y simplemente coge unos pocos y ve frotando la bandeja como si se tratase de jabón. Los posos arrastran mucho aceite y suciedad y después te será mucho más fácil de limpiar con un poco de jabón y un estropajo de luffa.
  • Para hacer tintes y experimentar con manualidades caseras, para pintar en papel, teñir telas, etc.

Para el huerto y/o las plantas

  • Para compost. Si tienes compostador/compostera, puedes aprovechar los posos de café para añadirlos ya que son ricos en nitrógeno, fósforo y potasio entre otros.
  • En la vermicompostera. Puedes añadirlo sin problema, eso sí, un puñadito y que esté un pelín húmedo. Deshazlo bien o mézclalo con otros restos que tengas en la vermicompostera para que no se apelmace.
  • En la tierra. También puedes mezclarlos directamente en la tierra para aportarle estructura y textura esponjosa, además de nutrientes.
  • Caracoles y babosas no son bienvenidos cerca de las verduras en la huerta. Para ello podemos poner un círculo hecho con posos alrededor de la planta y reponerlo si llueve mucho.
  • Efecto fungicida. Quizás te hayas dado cuenta de que en la tierra de algunas plantas aparecen motas blancas que no son más que hongos. Echa un poco de posos de café secos y ¡voilà!
  • Fertilizante para plantas. Puedes hacerte un fertilizante para plantas de interior o para el huerto con 5 litros de agua de lluvia o agua potable reposada y 2 tazas de posos. Déjalos macerar toda la noche sin tapón. Filtrar y listo para usar.

Y tú, ¿todavía tiras los posos de café?


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